domingo, 25 de enero de 2009

La máquina del tiempo

En esta película los viajes temporales son posibles para un eminente físico, amigo de Einstein, con su máquina del tiempo. Pero primero analizaremos la caída de la Luna en el 2037 debida a las explosiones que los descerebrados ingenieros de la época hacen allí para construir un paradisiaco complejo turístico bajo la superficie lunar. Estas explosiones son de 20 megatones y se llevan a cabo durante 7 años. Según aseguran en la película la Luna se ha desviado de su órbita normal y se ha partido por la mitad, como se ve en la imagen. Pero aquí no acaban las desgracias, ya que en el 2037 tendremos la mala suerte de que caerá la mitad de la Luna a la Tierra.

Bien, por un lado es dificilísimo, sino imposible que dentro de 21 años dispongamos del arsenal y de la tecnología para hacer viviendas bajo la superficie de la Luna, con la incógnita de no conocer el motivo por el cual hay que construir viviendas bajo tierra. Pero la película va más allá, la Luna se parte a la mitad, lo que significa que han tenido que llegar a las cercanías del centro de la Luna para dejar la bomba letal. Aunque la Luna no tenga el inconveniente del núcleo terrestre ni la enorme columna de aire que se apoyaría sobre nuestras cabezas, hacer un agujero de unos 1700km en una roca continua no es nada fácil. Además por si fuera poco tener que hacer un viaje espacial para ir de vacaciones, los veraneantes tendrían que estar en gravedad cero, con las consecuencias de atrofia muscular y ósea que eso conlleva.
El ser humano es impredecible y por eso puede llegar a realizar todo eso, supongamos que hemos hecho estallar una bomba de una magnitud tal que es capaz de partir a la Luna en dos. Como la hemos hecho explotar en el centro la fuerza de la bomba no afecta a la órbita, ya que se compensan todas las fuerzas. Sólo podría cambiar la órbita por el hecho de que se haya separado la Luna, y este efecto desplazaría la Luna de su órbita unos pocos metros, dada su gran masa, siendo absolutamente improbable que un trozo de Luna cayese a la Tierra en línea vertical a la superficie terrestre. Lo que ocurriría sería una “corrección de la órbita lunar”, siendo esta un poco más elíptica.

Otra historia de esta película son los viajes en el tiempo, la máquina del tiempo se ve muy bien y con mucho detalle el vehículo para viajar a través del tiempo. Es un aparato bastante simple y del cual, como tantos otros, no se especifica su funcionamiento. Hemos comprobado que los viajes al futuro son posibles en la práctica, pero no así con los viajes al pasado ni con sus consecuencias. En la película cuando el protagonista viaja al pasado para evitar que su novia muera asesinada por un ladrón, pero tiene tan mala suerte que su novia muere otra vez, pero ahora atropellada por un carro. Entonces el protagonista descubre que el pasado no puede ser alterado y viaja al futuro. Pero si pudo evitar que el ladrón matara a su novia y que este se llevara el dinero, ya ha cambiado el pasado al hacer que el ladrón se quedase sin botín. Por lo que si los viajes al pasado fuesen posibles y pudiésemos interactuar de nuevo en una situación pasada se crearían varias historias alternativas a un mismo suceso.
¿Pero que implica viajar a tu propio pasado? Esta pregunta es una de las más extrañas para mí y que en la ficción sólo se tiene en cuenta a veces. Si viajases al pasado, a una época y un lugar en los que estuvieses haciendo algo, te verías hacer tal cosa. Pero también debería ocurrir lo contrario, es decir, que el que está en esa situación viera al viajero temporal. Este viajero aparecería como por arte de magia, viajando por la dimensión temporal hasta alcanza el punto de tiempo de llegada. Por tanto si algún día viajases al pasado, antes de viajar te verías a ti surgir de la nada, o esa es la idea más lógica que se nos ocurre pensar, pero como todavía no hemos hecho ningún viaje al pasado no sabemos las consecuencias.

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